miércoles, 27 de mayo de 2009

El agua mata



Pobre Juliana Mardones, tan joven y muerta a su corta edad. ¡Por culpa del agua. Un auto desgobernado cruzó el semáforo en rojo y la mató instantáneamente.
Juliana iba cruzando a pedir cambio en la estación de servicio. Necesitaba solo 850 pesos y tenía un billete de 10.000. Medio cansada, medio enojada y medio atontada, no vio que el auto no obedecía al semáforo y le venía encima. Eran solamente las 8 de la mañana. Hacía frio y aún no estaba del todo claro el día.
Juliana cruzaba la calle porque en la botillería no tenían cambio. Ella necesitaba solo 850 pesos pero a esta hora ya habían llevado la recaudación de la noche y recién empezaba el día. No había cambio para 850 pesos.
Juliana cruzó pensando lo difícil que eran las mañanas temprano. Casi nadie abría su negocio a esta hora. Si lo sabría. Ella venía del supermercado a la vuelta, que estaba aún cerrado. Miró el cartelito y allí decía “Abierto de 9 a 22 hrs.”. Esperar una hora era mucho, por lo que se recordó de la botillería y siguió una cuadra más.
Juliana había ido al supermercado porque tenía sed. Se había despertado con una sed de terror. Quizás por estar algo engripada y haber respirado toda la noche por la boca. Dormida una no se da cuenta.
Ella iba a comprar agua porque no había agua en la casa. Toda el área estaba sin agua por un desperfecto en la matriz. Dijeron en una nota que el agua volvía a las 7 pero se ve que fue más seria la cosa porque estaban retrasados y aún no venía el agua.
Juliana había esperado media hora. En verdad se había despertado a as 7:30. Pero no llegaba. Y la sed era mucha. Se puso un sobretodo sobre el camisón, unos calcetines, zapatillas y se fue al súper. Pero estaba cerrado y solo abría a las 9. Demasiada espera.
Por todo eso Juliana llego a aquella calle, cruzándola justo cuando un auto amanecido, manejado por alguien medio alcoholizado y con sueño, se topó con su vida. Todo porque tenía sed… ¿Quién dijo que el agua no mata?

No hay comentarios:

Publicar un comentario